La articulación temporomandibular (también conocida como ATM) es una articulación que se encuentra en la cabeza, entre el hueso temporal (hueso situado en la parte lateral del cráneo) y la mandíbula (hueso impar que abarca la parte anterior, posterior e inferior de la cara). La articulación temporomandibular se compone en realidad de dos articulaciones, que deben trabajar en sincronía y son de las más móviles de la cabeza.
La articulación temporomandibular es la articulación más usada del cuerpo, movemos la articulación para hablar, comer, deglutir… Por otra parte, aunque no lo parezca, es una de las piezas más importantes en la mecánica postural. La alineación de las piezas dentales y el equilibrio de los maxilares son brindados por la articulación temporomandibular, lo que genera la armonía necesaria entre la cabeza y el cráneo. Entonces, la articulación temporomandibular influye en la postura: una tensión constante de los músculos de la masticación produce una anteriorización de la cabeza y hombros redondeados y hacia adelante.
Esta modificación de la postura continuará en un sentido descendente, alterando a todas las articulaciones por igual; raquis dorsal, raquis lumbar y hasta rodillas y pies buscarán compensar las alteraciones de niveles superiores. Pero no sólo la articulación temporomandibular tiene influencia sobre la postura: las alteraciones de la postura pueden a su vez producir disfunciones de la articulación temporomandibular.
Las asimetrías corporales, como la diferencia de la longitud de piernas, antepulsión de los hombros o alteraciones del pie (pie plano valgo) cambian la actividad de los músculos de la masticación, ya sea aumentando su tensión o disminuyéndola. Es por ello que es necesario el abordaje de la articulación temporomandibular en la fisioterapia, para que todas las alteraciones puedan ser tratadas de manera integral.
Todo buen curso o formación en el abordaje y tratamiento de la articulación temporomandibular debe explicar:
La articulación temporomandibular es una de las articulaciones más olvidadas del cuerpo. El fisioterapeuta, desde su profesión, debe conseguir integrar los conocimientos anatómicos, fisiológicos y biomecánicos en el tratamiento de las disfunciones de la articulación temporomandibular, para así tratar globalmente todas las patologías que alteran el sistema musculoesquelético.