Los fisioterapeutas tenemos a mano muchas herramientas al trabajar con nuestros pacientes, al diagnosticar y al establecer un programa de rehabilitación personalizado. Sin embargo, la pauta que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso de nuestros objetivos es el razonamiento clínico.
El razonamiento clínico es el proceso por el cual el fisioterapeuta integra toda la información que posee respecto al paciente, obtenida desde el momento que ingresa a nuestra consulta. Esta información se compone de: antecedentes personales y familiares, estilo de vida, observación de pruebas clínicas, exploración física realizada por el mismo fisioterapeuta, etc.
La finalidad es determinar las causas de la patología o enfermedad que presenta el paciente y, en base a ello, establecer el protocolo de tratamiento pertinente para el caso.
El razonamiento clínico juega un papel fundamental en el éxito de la rehabilitación del paciente, ya que, en base a él, se establecerán todas las pautas a seguir durante el tratamiento. Es por esto que el fisioterapeuta debe estar en la capacidad de establecer un razonamiento clínico competente y acertado, que le permita brindarle realmente al paciente las herramientas necesarias para recuperar sus funciones, reintegrarlo a sus actividades de la vida cotidiana y mejorar definitivamente su calidad de vida.
El razonamiento clínico es fundamental dentro de la rehabilitación de un paciente, por lo que es pertinente que como fisioterapeutas poseamos los conocimientos adecuados que nos permitan establecer un razonamiento clínico competente. Se considera conveniente, por lo tanto, complementar nuestros conocimientos académicos con formaciones que nos permitan expandir nuestra capacidad de razonamiento.
Para un razonamiento clínico competente es primordial que el fisioterapeuta tenga conocimientos amplios acerca de la anatomía y fisiología del cuerpo humano, además de realizar una evaluación total al paciente previa al inicio al programa de rehabilitación. También resulta prioritario que conozca la historia clínica del paciente y datos personales para que le brinde toda la información posible.
Así el fisioterapeuta podrá discernir sobre las estructuras que puedan estar afectadas y generando la sintomatología para actuar sobre las causas y no solo sobre las consecuencias.